Hoy os traemos un caso particular que nos pide ayuda. Wonka e un Husky Siberiano de 8 meses que sufre una cardiopatía y, para hacer vida normal, necesita una operación.
O dejamos su historia, que podéis encontrar en su grupo de Facebook donde irán informando de todas las novedades y donde veréis los productos que está preparando su dueña para vender y recaudar el dinero que necesitan.
La Historia de Wonka
A mediados de febrero encontramos en varias páginas de Facebook como S.O.S CACHORROS, Cabropeludos o Nórdicos en Adopción el caso de Wonka (Siesta en aquel momento), un Husky Siberiano de 4 meses con una enfermedad degenerativa cardíaca rara llamada Tetralogía de Fallot, que buscaba desesperadamente una familia que pudiera cuidar de él.
Los que eran sus dueños en ese momento nos explicaron que la esperanza de vida en perros con esta enfermedad (y de este tamaño) no solía superar el año o año y medio de vida. Ellos no pasaban mucho tiempo en casa por sus trabajos; y Wonka necesitaba un dueño que estuviera muy pendiente de él porque, según les explicaron, esta enfermedad acarrea episodios frecuentes de síncopes y desmayos. Necesitaba una familia tranquila, que le inculcara disciplina y tranquilidad para que no se excitara y su corazón no sufriera.
Nos contaron que, hasta que el cachorro no alcanzara los siete meses de edad, y estuviera casi completamente desarrollado, no podríamos saber si esta patología podría ser operable. Su recomendación era volver al centro Cardiosonic Diagnosfera (Dr. Pedro Esteve), donde le habían detectado la enfermedad, a mediados de mayo. Nos enseñaron las pruebas que le habían hecho para detectar la enfermedad:
– Rayos
– Ecocardiofrafía
Nos avisaron también de que esta operación solo garantiza que Wonka tenga una buena calidad de vida, pero no podían garantizar el tiempo que iba a vivir tras la operación. Hay algunos perros que llegan a cumplir hasta los 6-7 años de vida y perros que, por desgracia, fallecen a los pocos meses de la operación.
Nos dicen que, de ser operable, esta intervención tendría un coste de aproximadamente 600-700 €.
Con toda esta información, ese mismo día adoptamos a Wonka y nos hicimos cargo de la situación, conscientes de que en un futuro nos enfrentaríamos al desembolso que supusiera la operación para intentar salvar su vida. Nos enamoramos nada más verlo ¿Cómo podíamos cerrar los ojos y no hacer nada? Lo que queríamos era que, mientras estuviera con nosotros, su calidad de vida fuera la mejor posible.
Mientras dábamos tiempo a que alcanzara la edad apropiada para realizarle las pruebas, Wonka debía tomar 1/8 de la pastilla Atenolol 50 mg a diario.
Durante el tiempo que ha estado con nosotros, no ha sufrido ningún desmayo ni síncope (yo trabajo desde casa y estamos muy pendientes de cada uno de sus movimientos). Es cierto que no es el típico cachorro lleno de energía, pues en cuanto jugamos un poquito con él enseguida se cansa, jadea, e incluso se tumba y no nos vuelve a traer la pelota a la tercera vez que se la tiramos (con el calor de estas dos últimas semanas, ese estado se ha acentuado).
A mediados de mayo, como nos indicaron, llevamos a Wonka a visitar al Dr. Pedro Esteve y volvieron a hacerle otra ecocardiografía y un hemograma.
En la ecocardio detectaron que el defecto del tabique ventricular había empeorado. Paralelamente al desarrollo del cachorro, su corazón ha crecido de forma proporcional, con lo que el defecto del tabique ha aumentado.
Lo que provoca esto es que la sangre no oxigenada pase a la cavidad en la que se encuentra la sangre oxigenada y, en consecuencia, a los pulmones.
En el ventrículo derecho detectaron que había mucha presión, tanto por la hipertrofia del mismo como por la estrechez de la válvula pulmonar. La aorta seguía en la misma situación que meses atrás (girada como si estuviese enroscada).
Nos explicaron que los perros con esta enfermedad suelen generar muchos glóbulos rojos, lo que hace que la sangre sea más espesa y al corazón le cueste más trabajar. Por ello, le hicieron un hemograma que nos dio algo de esperanza.
El porcentaje de hematocritos en sangre era del 41.1 %. El veterinario nos aconsejó que nos decidiéramos a operar ya que los resultados eran bastante buenos; él había visto otros perros con hasta el 80 %, para los que había muy poca esperanza.
Llegados a este punto, teníamos tres opciones para Wonka:
- Seguir con medicación hasta el momento en que su corazón no soporte más trabajo. Paliativo.
- Realizar una intervención llamada valvuloplastia pulmonar, que consiste en introducir un “balón” por la yugular hasta llegar a la arteria pulmonar. Una vez allí, hinchar este “balón” que haga que la arteria pulmonar ensanche, lo cual haría que dejara pasar más sangre y habría menos presión sobre el ventrículo izquierdo. De esta forma, se compensarían ambos ventrículos y habría menor paso de sangre no oxigenada a la sangre oxigenada. Paliativo también, ya que como nos avisaron, esta solución no garantiza ningún tiempo extra de vida, pero sí su calidad. Nos avisan de que esta operación suelen salir el 95 % de los perros, ya que no es muy invasiva y están poco tiempo anestesiados.
- Operar a corazón abierto para intentar solucionar los 4 fallos del corazón, lo cual descartamos inmediatamente cuando nos indicaron que casi ningún perro sale de la operación.
Decidimos que lo mejor para Wonka era realizar la valvuloplastia pulmonar. El Dr. Esteve nos indicó que primero teníamos que aumentarle la medicación a ¼ de pastilla diaria y en tres semanas volveríamos a vernos.
Así lo hicimos y, tres semanas después, tras comprobar que no había habido ninguna mejoría aparente con el aumento de la medicación, decidimos operar a Wonka y practicarle la valvuloplastia.
El 15 de junio nos dieron el presupuesto para la operación, el cual asciende a 1.800 € (y no 600 – 700 € como nos habían dicho) y la primera fecha disponible para operarle, el 27 de junio.
Podríamos habernos echado atrás. Podríamos haberle negado la oportunidad de luchar. Pero no fuimos capaces.
Wonka es un perro con muchas ganas de vivir, cariñoso, bueno, obediente… Desde que lo adoptamos empezamos a ahorrar conscientes de que la operación iba a suponer un esfuerzo económico, y conseguimos ahorrar esos 700 € que se suponía costaba la operación. Pero el nuevo presupuesto nos descolocó. Nos dimos cuenta de que necesitábamos AYUDA para darle una oportunidad a Wonka.
Actualmente, nos faltan 1.100 € para llegar al importe de la operación pero no somos nada partidarios de pedir donaciones porque sí (más la cantidad de fraudes que hay en torno a estas situaciones).
Por ello, hemos tomado la iniciativa de lanzar la campaña #lánzamelapelota, mediante la cual venderemos tazas y bebederos para perros con el logo y hashtag de Wonka, junto con una tarjeta de agradecimiento.
Nuestra idea es que, una vez que Wonka esté recuperado, todos aquellos que nos hayan ayudado (y los que no también) puedan venir a lanzarle la pelota más de tres veces sin que Wonka se agote. Pero sobre todo, que pueda llevar una vida más normal y de calidad durante el mayor tiempo posible.
Queremos dejar claro que una vez se recauden esos 1.100 € que nos hacen tanta falta no se aceptarán más donaciones de ningún tipo. Si esa cantidad se rebasara por algún motivo, se devolverían los importes a sus correspondientes donantes.
Intentaremos (si nos dejan) grabar la operación y subirla a redes sociales para que quede constancia de ello. Si esto no fuera posible, al menos intentaremos subir lo que nos dejen antes y después de la operación.
Wonka se merece esta oportunidad.
¿Nos ayudas? ¡¡Mándanos un privado y haz tu pedido!!