¿Quién no se ha reído alguna vez de la cara que se le queda a su gato tras oler algo? Suelen dejar la boca abierta y la mirada perdida como si estuvieran alucinando. Esto es el reflejo de Flehmen.
El sexto sentido de los gatos
Los gatos, a través del órgano de Jacobson o vomeronasal, son capaces de crear una combinación entre los sentidos del gusto y del olfato. Para llevar a cabo este proceso es necesario que el gato oprima el paladar con la lengua, de ahí la expresión con la boca abierta denominada reflejo de Flehmen.
Esta reacción se produce por una estimulación causada por ciertas moléculas, como las que desprenden las hembras en celo, que al entrar en contacto con la lengua son retenidas por la misma. Al presionar la lengua contra el paladar pasan al órgano de Jacobson que es el encargado de analizar la información y enviarla al cerebro.
Al analizar un olor de esta forma nuestro gato puede recabar mucha información como, por ejemplo, si se trata de la orina de otro gato: si esta sano, que edad tenía, cuanto tiempo hace que ha pasado por ahí o su sexo. De ahí que nuestros felinos empleen esta capacidad cuando se encuentran con nuevos olores.
Por ello, se puede considerar que los gatos tienen un sentido adicional que es la combinación de el olfato y el gusto y que emplean para rastrear, por ejemplo, a otros gatos o a las hembras en celo.
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