Hoy os vamos a hablar de otra familia numerosa: Kiba, Karim y Tuna. Si queréis seguir todas las aventuras de Karim no dudéis en seguir su cuenta de Instagram.
Esto es lo que su mama Jenifer nos cuenta de ellos:
KIBA
Kiba llegó a casa, adoptada de una familia, en febrero de 2001 con 5 meses y medio. Ella era nuestro primer perro y con ella aprendimos la aventura de cuidar, educar y amar a un animal.
Recuerdo que cuando llegó era un torbellino, oliéndo e inspeccionando todo. Pero no tardo en tranquilizarse, ella sabia que era su hogar. Eramos tan novatos que lo primero que hicimos fue meterla a la bañera ¡que trauma pensaría ella! Y teniéndola casi limpia, nos dimos cuenta de que tenía unas manchas negras de la punta de las orejas. Llamamos a un amigo que la conocía desde que nació y nos dijo: »Dejad de frotarla, que tiene las puntas de las orejas negras» ¡que risas nos echamos!
Es una perra mimada: las cunitas mas bonitas, los muñecos mas bonitos y, con lo tragona que es, la mejor comida. ¡Cuantos disgustos nos ha dado con la comida! Es un pozo sin fondo. Su especialidad, a parte de la de comer, es abrir todo tipo de cubos de basura (basurerilla la llamamos). Da igual lo complicado que sea el mecanismo, ella lo consigue abrir, hasta ahora que esta ciega sigue consiguiéndolo, con la ayuda de la granuja Tuna.
Ha pasado por muchas cosas a lo largo de su vida, con 8 años casi se nos va. La pobre tuvo una piometra, le tuvimos que quitar las mamas, una pancreatitis… Pero ha salido adelante como una campeona, SuperKiba la llama su veterinario. Hoy con 15 años, es una abuelita mimosa e igual de tragona que siempre.
Karim
Karim llegó a casa un 14 de Marzo, nuestro San Valentin particular. Estaba en muy malas condiciones, pero con nuestra ayuda y nuestro amor sacamos al amor de Yorkie que hoy es. Nosotros le enseñamos a jugar y Kiba a ladrar. 🙂
A causa de su vida anterior apenas le quedan dientecillos y tiene problemas de piedras en la vejiga. Aquí tenéis unas fotos del día en que llegó. A la izquierda cuando lo recogimos y a la derecha ya en casa. En solo unas horas ¡Ya se notaba la diferencia!
Ahora es el bebe de la casa. Tiene un armario mas completo que yo, cunas repartidas por las casas de los familiares y un sin fin de tonterias que su mama le hace o le compra. Tiene un montón de muñecos, los de peluche son sus favoritos, le da besos y duerme con todos (puede que tenga mas de 25), pero su favorito es el pingüino que podéis ver en la foto.
Tiene mamitis aguda, no puede vivir sin mi y le entra pavo cuando me da abrazos tanto que saca la lengua. Es un mimoso y un presumido, a veces es un manojo de nervios y otras el perrillo mas tranquilo del mundo. Su gran característica son los lazos (los tiene de todos los colores y formas) como para vestir uno diferente los próximos 5 años.
Dentro de nada será un perro celebrity, desde que tiene perfil en instagram ha conocido a un montón de buenos amigos, entre ellos a Lucca y a Zelda.
Tuna
Tuna es nuestra gatita de 10 meses. Es una carey muy particular. La encontró mi padre, a punto de atropellarla con la moto (la muy loca cruzó una rotonda) y la llevó a casa. Ahí empezó toda una aventura. Era muy pequeña, apenas pesaba 600 gramos. En un principio pensamos en buscarle una familia, pero en un fin de semana consiguió que mi madre se enamorara de ella y le comprara un sin fin de cosas rosas (niña mimada).
Con mi madre tiene una relación muy especial, tanto que la deja hacerle de todo, a los demás nos pega (si, es pegona por naturaleza) e incluso cuando sale a trabajar se pone a mirar por la ventana y llamarla como a una loca.
Le encanta dormir en nuestras camas, es su deporte favorito, también jugar. Tiene un gatito de peluche al que quiere como a un hijo.
Su relación con Karim y Kiba es genial, ahí quiero romper el mito del dicho «se llevan como perros y gatos». A Kiba la respeta, entiendo que sabe que es mayor y que no ve, y con el pequeñajo Karim, intenta jugar a pegarle con la pata y que el salga corriendo como un loco. ¡Son dos trastos!
Sus pasión es ser nuestra vieja del visillo profesional, te cuenta con todo detalle lo que pasa con los vecinos y el patio de la casa, que lo adora. Se pasa las horas muertas ahí, tanto que si llueve se pasa el día amargada por que no puede salir, pero al día siguiente juega con los charcos hasta ponerse perdida de agua. ¡Es nuestra Carey particular y tiene una personalidad parecida a Zelda!