Indicios del parto
Como ya os contamos en el anterior capítulo de las aventuras de Lucca, estuvimos en vilo desde el viernes hasta el miércoles pensando que el parto iba a comenzar en cualquier momento.
Durante esos días buscábamos continuamente: leche en las mamas, búsqueda de un lugar para el parto o cualquier otro comportamiento raro. Pero ella seguía como si nada… No quería más que jugar y dormir.
Durante esa ultima semana no quería comer, por lo que nos las teníamos que ingeniar cocinándole arrocito o pollo para mezclar con el pienso para que cogiera fuerzas para lo que se le venía encima.
Pero el Martes yo note algo. Lucca estaba rara esa noche. No se explicar muy bien por que pero todos los que tenéis una mascota sabréis que es fácil notar que les pasa algo aunque no tengan síntomas concretos, simplemente porque no se comportan como lo hacen normalmente.
El miércoles definitivamente se veía que estaba empezando el parto. De vez en cuando se retemblaba y no quería salir del cajón que le habíamos preparado. Nos visitó la veterinaria cuando le conté como iba la cosa y revisó a Lucca notando que ni tenia leche ni había empezado a dilatar, lo cual era preocupante. Si no lo hacía en dos horas habría que repetir la ecografía.
¡Qué llegan los perritos!
Pero Lucca no esperó. Salí durante media hora y para cuando volví ya había un cachorrito negro quejándose entre los pelos de Lucca. Estaba echa un ovillo pero en cuanto mi madre y yo entramos, se relajo; se estiró y continuó con el trabajo de parto.
Pero entonces fue cuando nos dimos cuenta de que los cachorros no llegaban a engancharse a las mamas, ¡es que no había nada que sacar! ¡Lucca no tenía leche!
Tuve que correr a la veterinaria a coger leche y un biberón, pues los cachorros deben tomar algo de leche nada más nacer.
Lucca se ocupó de todo. Cada vez que un cachorro nacía ella se encargaba de limpiarlo y estimular la respiración. Nosotros únicamente comprobábamos que hiciese esto y que la placenta de cada cachorro fuese expulsada.
Además, íbamos alucinando cada vez más al ver que no había ¡ni un cachorrito blanco! ¡Eran todos oscuros! Parece que Lucca no había puesto mucho de su parte, salvo la locura.
Una vez que ella terminaba cogíamos al cachorro y le dábamos algo de leche con el biberón, manteniendole al cachorro todo el tiempo caliente, y lo volvíamos dejar con Lucca.
Mientras tanto teníamos los dedos cruzados para que Lucca finalmente produjese leche. De no ser así, tendríamos que alimentarlos cada dos horas con biberón. Tuvimos suerte: una vez terminado el parto, Lucca empezó a producir leche y a alimentar a los cachorros por sí sola.
Después del parto
En el momento en el que terminó todo y Lucca ya estaba mas tranquila comenzamos a darle una latita de comida especial para que cogiese fuerzas. Además el pienso que le dimos durante toda la lactancia fue comida para cachorros, ya que tiene más nutrientes y calcio y los iba a necesitar para alimentar a los 5 monstruitos.
Una vez que Lucca estaba más descansada y quiso salir del cajón aprovechamos para limpiarlo y cambiar las mantas y sábanas que habíamos usado durante el parto. Le incorporamos también una zona cubierta por una manta para que estuviesen mas protegidos.
En nuestro caso no hubo ninguna complicación durante el parto, pero si que os recomiendo informaros bien antes para conocer posibles complicaciones y cómo actuar frente a ellas, lo cual os contaremos más adelante en otra entrada. No obstante, vuestro veterinario os puede dar toda la información que deseéis y ayudaros en caso de que fuese necesario.