Los cambios en el clima de los últimos años están aumentando la presencia de parásitos que pueden afectar a tu perro. Además, su supervivencia ya no se limita a la temporada estival si no que podemos encontrarlos durante todo el año y a lo largo de toda la península.
Riesgos de los parásitos para tu perro
Los parásitos son pequeños organismos que viven o se alimentan de un huésped, en este caso el perro. Pueden ser tanto internos como externos y en ambos casos puede afectar seriamente a su salud y, en algunos casos, también a los de las personas que conviven con él a través de la zoonosis (enfermedad que pasa de un animal a una persona).
Hace unos años, en muchas zonas de España, bastaba con tener especial cuidado durante los meses de primavera y verano porque con la llegada del frio la incidencia de parásitos era muy baja. Pero esto ha cambiado de forma radical.
Actualmente es muy importante que el veterinario te aconseje, según el estilo de vida de tu peludo y la zona donde vivas, que controles y que antiparasitarios debes utilizar para que tanto tu perro como vosotros estéis protegidos.
Aumento de los casos de leishmaniosis
La leishmaniosis es una enfermedad transmitida por la picadura de un mosquito flebótomo infectado. Dado el aumento de las temperaturas estos mosquitos, que antiguamente solamente se encontraban en algunas zonas de España durante el verano, ahora campan a sus anchas por toda la península y durante todo el año.
Para conseguir controlar su avance es esencial proteger a todos los perros de la picadura del mosquito, tanto a los que están sanos como los infectados, porque la transmisión ocurre cuando un mosquito pica a un perro con la enfermedad y posteriormente a uno sano.
Cuando el perro infectado está protegido frente a la picadura, reducimos la probabilidad de que otro animal sano se contagie y ayudamos a controlar la enfermedad.
Síntomas de la Leishmaniosis en Perros:
La leishmaniosis canina puede manifestarse de diversas maneras y los síntomas pueden variar de unos animales a otros. A veces la enfermedad progresa lentamente, lo que dificulta la detección temprana. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Pérdida de Peso: Los perros afectados pueden experimentar pérdida de peso inexplicada a pesar de mantener un apetito normal.
- Problemas en la Piel: La leishmania a menudo causa lesiones en la piel, incluyendo úlceras, pérdida de pelo y crecimiento anormal de las uñas.
- Problemas Oculares: La enfermedad puede afectar los ojos, causando inflamación, úlceras corneales y, en casos avanzados, ceguera.
- Letargo y Debilidad: Los perros infectados pueden mostrar signos de letargo y debilidad, evidenciando una disminución en su energía y actividad diaria.
- Problemas Renales y Hepáticos: En casos más graves, la leishmaniosis puede afectar los órganos internos, dando lugar a problemas renales y hepáticos.
- Inflamación de los ganglios
Diagnóstico y Tratamiento:
Si un animal muestra algunos síntomas como los anteriores, es posible que el veterinario plantee realizar un test rápido para detectar si existen anticuerpos frente a leishmania. Si el test da positivo, será necesario realizar más pruebas.
La identificación temprana de la enfermedad es fundamental para un tratamiento efectivo. Este suele implicar un enfoque multifacético que se verá reforzado por una dieta adecuada que ayude a fortalecer el sistema inmune.
Los medicamentos antiparasitarios son comúnmente recetados para reducir la carga parasitaria. Además, se pueden administrar medicamentos para tratar síntomas específicos, como antiinflamatorios para aliviar problemas articulares y oculares.
Es importante destacar que, aunque el tratamiento puede controlar los síntomas y reducir la carga, no garantiza la curación completa. La leishmaniosis a menudo se convierte en una enfermedad crónica que requiere manejo a largo plazo.
Prevención de la Leishmaniosis:
La prevención de la leishmaniosis en perros es esencial, especialmente en áreas endémicas, ya que se trata de una enfermedad sin una cura definitiva y que puede afectar seriamente al perro infectado.
Hay algunas medidas clave que los dueños de mascotas pueden tomar:
- Control de las desparasitaciones: Una protección correcta frente a los parásitos será clave para mantener al animal protegido.
- Control Ambiental: Reducir la presencia de mosquitos en el entorno del perro, mediante el uso de mosquiteras y repelentes ambientales.
- Consultas Veterinarias Regulares: Las visitas periódicas al veterinario permiten una detección temprana de la enfermedad y facilitan la implementación de medidas preventivas.
A la hora de escoger antiparasitarios puedes encontrar distintas alternativas que se adaptan mejor a cada animal y su estilo de vida. Además, en ocasiones puedes combinar varias opciones:
- Pipeta: Se trata de un líquido que se aplica sobre la piel del perro de forma muy sencilla. Es importante que revises que cuente con protección frente al flebótomo, como es el caso de Effitix, que proporciona protección durante 4 semanas frente a pulgas, garrapatas, mosquitos y flebotomo.
- Collar: el collar se coloca en el cuello del perro y es importante que lo lleve todo el tiempo para estar protegido. Suele tener una duración más larga y de nuevo debes revisar frente a que parásitos protege. El collar Prevendog, por ejemplo, ofrece 12 meses de protección frente a flebotomos y 6 frente a garrapatas y mosquitos.
- Spray: Se trata de un líquido que se pulveriza a lo largo de todo el cuerpo del perro.
Impacto en la Salud Humana
Aunque la leishmaniosis canina es una enfermedad principalmente de los perros, plantea preocupaciones de salud pública. Los perros infectados actúan como reservorios del parásito y la presencia de casos en áreas urbanas puede aumentar el riesgo de infección en los humanos.
Si bien la transmisión directa de perros a humanos es rara, la adopción de medidas preventivas, como la desparasitación y el uso de repelentes de insectos es crucial para reducir el riesgo de infección humana. La conciencia pública sobre la leishmaniosis y la importancia de cuidar la salud de nuestros peludos no solo beneficia a los animales, sino que también contribuye a la protección de la salud comunitaria.
La importancia de la protección frente a los parásitos es una realidad que no puede pasarse por alto. Su impacto en la salud canina y el riesgo potencial para los humanos hacen que sea de vital importancia.