El rascador es uno de los complementos para gatos por excelencia y, como tal, podemos encontrar en el mercado un sin fin de modelos de distintos tamaños y materiales. Y aquí viene la gran pregunta ¿Cuál elegir para nuestro pequeño felino?
La importancia del rascador
Qué egoístas estos gatos. Les dejamos que disfruten en nuestra casa, cerrados durante 24 horas y casi todo el día solos y encima ¡Nos arañan los muebles y el sofá! Nuestros mininos tienen ciertas necesidades que cubrir. Con el ejercicio de arañar nuestro gato, a parte de eliminar la capa superior de la uña dejando ver sus nuevas y relucientes agujas, marca su territorio, se ejercita y es una actividad muy relajante para él.
Además, si gato no puede salir al exterior, necesitará encontrar en casa los estimulantes necesarios para mantenerse en forma tanto física como mentalmente. Una forma de ayudarle a llevar una vida plena y feliz, sin que sea necesario que la tome con nuestros muebles, es colocar al menos un rascador en una zona principal de la casa.
Con el marcaje de uñas y feromonas nuestro gato mostrará su presencia a todos los visitantes, impregnando su olor en el rascador, y dejando claro que él es quien reina en nuestra casa. Además, si hacemos del rascador un lugar atractivo para él, preferirá usar este que nuestro sofá para hacerse la manicura.
Los rascadores más grandes, pueden hacer la función de gimnasio particular para nuestro gato. En ellos podrá pasar horas y horas jugando de arriba a abajo, disfrutando de todas las plataformas y juguetes. Además, si tenemos ventanas elevadas, podemos situarlo cerca de una de ellas para que controle el vecindario desde ahí ¡No vaya a ser que se pierda un cotilleo!
Tipos de rascadores
Tablas de rascado
Las tablas de rascado son una de las formas mas económicas de facilitar a nuestro gato un lugar donde arreglarse las uñas. Las podemos encontrar tanto de cartón como de sisal. Normalmente se pueden usar tanto en vertical como en horizontal, aunque hay algunos modelos que solo nos permitirán alguna de las dos opciones.
- Horizontales: Lo colocaremos en el suelo, facilitando que nuestro gato lo utilice sin tener que levantarse. Este tipo de rascadores son muy útiles cuando nuestro gato es pequeño y queremos acostumbrarlo al uso del rascador.
- Verticales: podemos situar las tablas de rascado también en vertical. En esta posición, podemos aprovechar para proteger alguna zona conflictiva que no queramos que nuestro gato use de rascador, por ejemplo colocándola colgada en la pared junto al sofá.
Postes de rascado
Los postes de rascado cuentan con una base de sujeción y un poste vertical generalmente cubierto con cuerda de sisal, que es lo que nuestro gato utilizará para arreglar sus uñas. Además, podemos encontrar modelos que incluyan algún otro complemento como un cojín en la parte superior, alguna zona cerrada de descanso o algún juguete.
Árboles rascadores
Estos son los hermanos mayores de los postes de rascado. Con un tamaño bastante superior, podemos encontrar un sin fin de modelos con distintas alturas y complementos.
- Cueva: Muchos de los modelos incluyen en alguna de sus alturas una zona cerrada de descanso para nuestro gato. Es importante comprobar el tamaño de esta zona, sobre todo si nuestro gato es de tamaño »pantera».
- Base de descanso: Todos los árboles cuentan con bases gracias a las que nuestro gato podrá subir de una altura a otra y descansar en ellas. Podemos optar por bases normales, de madera y cubiertas de tela tipo peluche, o por alguno que incluya alguna base acolchada o con una mini cama.
- Accesorios de juego: Si a nuestro gato le gustan los juguetes que cuelgan o que tengan sonido, también podemos encontrar numerosos árboles que tienen incorporados estos accesorios para hacer las delicias de nuestros mininos.
En el caso de los árboles rascadores, debemos tener en cuenta el sitio que ocupan, tanto la altura como la anchura, antes de decidirnos por uno u otro.
Requisitos a cumplir
A la hora de elegir, debemos intentar que el rascador cumpla una serie de requisitos para que nuestro gato no lo rechace. Es mejor escoger uno pequeño y estable y colocarlo en un lugar estratégico, que comprar uno enorme y dejarlo escondido:
- Debe tener una altura o largura suficiente para que nuestro gato se pueda estirar por completo.
- Debe ser estable. Si cuando nuestro gato se disponga a usar su rascador, éste se mueve o se tambalea, es posible que lo rechace de pleno y no quiera volver a usarlo.
- Debe estar en una zona principal de la casa: Si lo dejamos en una esquina escondido, nuestro gato preferirá utilizar nuestro sofá, un mueble o cualquier otra cosa que esté a la vista. Debemos tener estoy muy en cuenta a la hora de elegir el tamaño; es importante decidir de antemano dónde lo vamos a colocar para comprobar si cabe.
¿Cómo conseguir que mi gato use el rascador?
Algunos gatos se volverán locos con la nueva novedad y sin haber terminado de montarlo ya estarán subiendo y bajando del rascador, pero a otros es posible que les cueste más empezar a usarlo. Para estos gatos más recelosos os dejamos unos truquitos que pueden ser de ayuda:
- Rociar el rascador con catnip. Si a nuestro gato le atrae la hierba gatera (no a todos les llama la atención) podemos rociar el rascador con spray de catnip o esparcir un poco de catnip seco.
- Jugar con él. Recordemos que nuestro gato también necesita pasar tiempo jugando con nosotros. Podemos aprovechar ese ratito de juegos para incitarle a jugar en el rascador y que le vaya cogiendo el gusto.
- Colocarlo en un lugar estratégico. Si colocamos el rascador cerca de las zonas donde normalmente suele arañar (sofa, muebles, etc.) será más fácil para él asociar el rascador a esa actividad.
- Coloca juguetes o comida encima. El encontrar juguetes o trocitos de comida cuando suba al rascador, hará que este sea un lugar mucho más interesante para inspeccionar.
- Deja que tu gato sea quien elija. Cada gato tiene sus preferencias: unos prefieren arañar en cartón, otros en sisal, otros en tapizado; unos prefieren los rascadores verticales y otros horizontales. Poco a poco irás descubriendo los gustos de tu gato y lo ideal es que adaptes la elección del rascador a estos. Puedes empezar con rascadores más pequeños y asequibles al principio, hasta comprobar cuales son los que más atraen a tu gato.
Además, es importante eliminar las marcas de arañazos de los lugares donde no queremos que rasque. Estas marcas son tanto olfativas como visuales por lo que habrá que cubrir los arañazos y también rociar con un spray limpiador de feromonas.
Y a tu gato ¿Qué tipo de rascador le gusta?