Hoy os traemos la historia de Trébol, un cachorro de Pastor Alemán que fue adoptado por una familia de Córdoba y al que le falta una patita. Pese a que contaban con poder colocarle una prótesis y que pudiese hacer vida normal, su historia se ha complicado debido a la irresponsabilidad de la protectora.
La Historia de Trébol
Tras ver la historia de Trébol en las redes sociales, Arancha decidió ponerse en contacto con la protectora en la que se encontraba en adopción. Tras avisar de que estaba interesada y rellenar el cuestionario de adopción le informaron de que había dos interesados más pero que, habitualmente, tras informarles de que Trébol necesitaba una prótesis que iba a suponer mucho dinero se echaban para atrás. Finalmente, tal y como se esperaba, solo quedó ella como posible adoptante. Habló con la protectora y quedaron en ir haciendo lo posible para recaudar dinero para la operación y prótesis (rifas, sorteos, eventos en facebook, etc)
El día 1 de Marzo de 2017 Trébol, que entonces tenía 4 meses, tenía cita en el veterinario para hacer distintas pruebas que confirmasen si se podía colocar la prótesis. Una vez que salieron, la protectora comentó a Arancha que, pese a que ellas querían entregarlo en adopción tras operarlo, el veterinario había aconsejado colocar la prótesis cuando terminase de crecer y hasta entonces llevase una silla de ruedas para evitar que la columna se siguiese torciendo. Antes de colocar la prótesis debería someterse a varias operaciones que suponían unos 3000€ o 3500€ a precio de asociación.
El 4 de marzo Arancha viajo a Murcia donde Trébol estaba en acogida para verle y allí hablaron en persona con una voluntaria, la casa de acogida y, por teléfono, con otra persona de la asociación. Les informaron de que la amputación no era viable por ser una salvajada pudiéndose colocar la prótesis por lo que se continuaría con las pruebas. Ellos se comprometieron a colocar una hucha en su stand y a cubrir la mitad de los costes de la operación. Aún no se confirmó si iban a entregar a Trébol en acogida a Arancha, pero la chica que era casa de acogida se quedó su teléfono para enviarle fotos.
Con idea de recaudar fondos para la operación, Arancha hablo con la radio del pueblo para hacer una entrevista y el 6 de Marzo se le comunicó a la voluntaria de la protectora que fue dando largas.
El 9 de Marzo a las 17 horas Trébol tenía cita en el veterinario para continuar con las pruebas y la casa de acogida se puso en contacto con Arancha para comentarle que por la noche le llamarían desde la protectora para informarle de lo que el veterinario les había dicho. A las 20 horas la casa de acogida le comentó que Trébol tenía 8cm de prótesis y se podía colocar la prótesis pero que la protectora y el veterinario seguían reunidos.
Posteriormente, por whatsapp, hablaron con la voluntaria de la protectora que les confirmó lo mismo y que había que esperar a que terminase de crecer pero que si se comprometían a comprarle la silla y llevarlo de nuevo a Murcia para sus revisiones podían proceder a la adopción. Aprovecharon para recordarle lo de la entrevista pero, de nuevo, no hubo respuesta.
Pidieron consejo a la protectora para escoger la silla y les dieron dos opciones, que les diesen el dinero la compraban y se la enviaban o que la buscasen por su cuenta pero, dado que la asociación tenía más experiencia optaron por la primera hasta que la casa de acogida les comento que ya se había ofrecido ella a pagarla, cosa que empezó a oler mal.
El día 15 de marzo por fin Trébol llegó a casa de Arancha sin firmar contrato de adopción que no se rellenó y envió hasta ese momento. En el contrato se informaba de que no había que abonar nada ya que todos los gastos los había pagado la casa de acogida y el chip se le puso el día 20 cuando ya estaba en Córdoba.
Para poder revisar todo, solicitaron las pruebas de nuevo que parece que se »estaban retrasando» sin saber el motivo. El 19 de abril, desde la protectora escribieron a Arancha para decirle que habían visto en las redes que había comprado la silla de ruedas y Arancha de nuevo insistió en pedir las pruebas pero »aun no sabían nada». En este momento se les informó de que debían pagar la prueba (cosa que antes no habían mencionado) que ascendía a 105€.
El 22 de Mayo volvieron a ponerse en contacto para decirles que en cuanto tuviesen las pruebas se las enviaría para que las llevase al veterinario que ella quisiera, dejando claro que de compartir los gastos y que lo operase el veterinario de la asociación ya no había opción. Además, a día de hoy aún no han enviado las pruebas que en teoría le hicieron.
Viendo que las pruebas no llegaban y no se avanzaba nada, Arancha y su pareja decidieron acudir a otro veterinario donde le hicieron la prueba el 29 de Agosto tras informarles que la prótesis suponía unos 2.000€ y la operación 600€ (no 3.000€ como dijo la protectora). Los resultados indicaron que no se puede colocar la prótesis y que hay que amputar.
Actualmente se está intentando pedir explicaciones a la protectora sobre las pruebas que le hicieron y, además de no enviarlas, ahora se quitan responsabilidad diciendo que quien no quiso amputar fue Arancha, quien nos comenta que cree que si hubieran optado por esa opción la protectora se hubiese negado a darles a Trébol en adopción.
Protectoras de confianza
El trabajo de las protectoras es admirable, pero siempre hay personas que se aprovechan de la buena fe de la gente. Por ello es importante que, a la hora de adoptar a tu peludo, acudas a una protectora de confianza que haga las cosas bien. Como veis en el caso de Trébol la protectora actúa de forma rara desde el principio ya que Trébol se entrega sin chip, las pruebas no se presentan y el precio que pedían por la operación es muy superior a lo que posteriormente les presupuesta su veterinario.
Aunque a veces puede parecer un coñazo el pasar los cuestionarios, visitas pre y post adopción, contrato, etc. todas esas medidas se realizan para comprobar que el perro o gato va a parar a una familia responsable. Si aun así algunas veces consiguen engañarles ¿Qué pasaría si no se llevase a cabo? La mayoría tienen un número de animales superior al que pueden soportar y, aun así, muchas veces atienden las llamadas y recogen más animales. Por ello, antes de criticarlas, párate a pensar en la gran labor que hacen. Si has llamado porque has encontrado a un animal y te dicen que no tienen hueco, es porque no lo tienen.
Adopta con responsabilidad y escoge una protectora de la que tengas buenas referencias. Si quieres adoptar y no conoces a ninguna de tu zona, puedes enviarnos un email a info@luccalaloca.es e intentaremos ayudarte a localizar alguna cercana.