El final del verano marca el regreso para todos a la rutina, también para tu perro. Después de semanas de paseos largos, actividades al aire libre y mayor tiempo con nosotros, el mes de septiembre trae consigo un cambio en la dinámica diaria que puede ser difícil también par ellos.
El impacto de la vuelta a la rutina para tu perro
Para los perros, la vuelta a la rutina puede ser un cambio brusco. En muchos casos pasan de tenernos en casa casi todo el día a pasar largas horas solos. Este cambio puede generar ansiedad por separación, aburrimiento y, en algunos casos, comportamientos que no eran habituales como ladridos excesivos, destrozos en casa…
Los perros son animales sociales y se adaptan al entorno y al ritmo de vida de sus familias. Por eso, la falta de estimulación durante las horas de soledad puede afectar su bienestar general. ¡Pero no preocuparse! Podemos ayudarles haciendo los cambios de forma progresiva y enriqueciendo su día a día.
La importancia de la estimulación mental y el olfato
El olfato es el sentido más desarrollado de los perros. A través de él, exploran el mundo que les rodea y procesan una gran cantidad de información. Para un perro, olfatear es tan esencial como respirar y jugar. De hecho, el simple acto de olfatear es una forma de ejercicio mental que les cansa tanto como una caminata.
Los ejercicios de olfato, combinados con actividades de estimulación mental, son herramientas poderosas para mantener a tu perro entretenido y satisfecho mientras no estás en casa. En muchas ocasiones, nos encontramos con perros que tras un larguísimo paseo llegan a casa sobreexcitados y esto puede ser una gran herramienta para volver al estado de calma.
Ejercicios de olfato
Los ejercicios de olfato permiten que tu perro utilice su sentido más potente para resolver problemas, buscar recompensas y, en general, mantener su mente activa. Aquí te presentamos algunos ejercicios de olfato que puedes incorporar en la rutina
- Juegos de búsqueda de premios: Esconde premios o trozos de comida en diferentes lugares de la casa o el jardín y deja que tu perro los busque. Este juego es sencillo pero extremadamente eficaz para mantener a tu perro mentalmente activo. Puedes aumentar la dificultad a medida que tu perro se vuelva más hábil, escondiendo los premios en lugares más difíciles.
- Alfombras de olfato: Las alfombras de olfato son herramientas perfectas para mantener a tu perro ocupado. Estas alfombras tienen múltiples capas y texturas en las que puedes esconder premios. Tu perro se verá obligado a usar su nariz y su ingenio para encontrar los premios escondidos. Este tipo de actividad calma a los perros, reduce la ansiedad y les proporciona un desafío mental que les encanta.
- Juegos de rastreo: Si tienes acceso a un espacio al aire libre, organiza juegos de rastreo. Puedes hacerlo dejando un rastro de premios o simplemente paseando por el jardín y dejando que tu perro siga tu rastro.
Estimulación mental
La estimulación mental no se limita solo al olfato. Los perros necesitan resolver problemas y enfrentarse a pequeños desafíos. Aquí te mostramos algunos ejercicios para estimular la mente de tu perro ¡Recuerda empezar por opciones sencillas! Si no se frustrará:
- Juguetes interactivos y rompecabezas: Los juguetes interactivos, como los dispensadores de comida y los rompecabezas para perros, son una excelente manera de estimular la mente de tu perro. Estos juguetes obligan a tu perro a trabajar para obtener su recompensa, lo que no solo les entretiene, sino que también les cansa mentalmente.
- Entrenamiento de trucos y comandos: Dedica algunos minutos al día a enseñarle a tu perro nuevos trucos o comandos. No tiene que ser algo complicado; incluso enseñarle a dar la pata o a rodar es suficiente para mantener su mente ocupada. Este tipo de entrenamiento ayudará también a reforzar vuestro vínculo.
- Juegos de búsqueda en mano o trileros: enseña a tu perro a escoger en que mano está la chuche o el juego de los trileros (nosotros lo hacemos con yogures).
- Explorar nuevas rutas: Durante los paseos, cambia de ruta con frecuencia o lleva a tu perro a explorar nuevos parques o áreas naturales. Los nuevos entornos están llenos de olores y estímulos diferentes que mantendrán a tu perro mentalmente activo y le ofrecerán una experiencia enriquecedora.
Beneficios de la estimulación olfativa y mental para tu perro
Los ejercicios de olfato y la estimulación mental ofrecen múltiples beneficios para los perros, especialmente en momentos de cambios o de estrés como pueden ser los cambios de rutina.
- Reducción de la ansiedad: La estimulación adecuada ayuda a reducir la ansiedad y el estrés que pueden experimentar los perros cuando se quedan solos en casa. Al ofrecerles desafíos mentales, evitas que el aburrimiento se convierta en un problema.
- Reducen los problemas de convivencia: Un perro mentalmente estimulado es menos propenso a desarrollar ciertos comportamientos que aparecen cuando . Los ejercicios de olfato y los juegos mentales canalizan su energía de manera positiva y los mantienen enfocados en actividades constructivas.
- Fortalecimiento del vínculo: Los juegos y ejercicios compartidos fortalecen el vínculo entre tú y tu perro. Estas actividades no solo son entretenidas, sino que también enseñan a tu perro a confiar en ti, algo esencial sobre todo durante los primeros meses de convivencia.
- Enriquecimiento de su día a día: Los ejercicios de olfato y estimulación mental enriquecen la vida de tu perro, haciéndola más interesante y variada. Esto es especialmente importante durante los días en los que pasará más tiempo solo.
Conclusión
La vuelta a la rutina para tu perro puede ser un desafío, pero con un poco de creatividad y dedicación, puedes hacer que este proceso sea mucho más llevadero. Los ejercicios de olfato y la estimulación mental no solo ayudan a mantener a tu perro ocupado, sino que también son esenciales para su bienestar emocional y físico.
Incluir estas actividades en la rutina de tu perro es una manera efectiva de asegurar que tu amigo peludo esté feliz, equilibrado y, sobre todo, bien cuidado mientras te adaptas nuevamente a tu ritmo de vida. Para que esto sea efectivo, recuerda que es más importante la constancia que la cantidad. Es mejor que dediques 15 minutos todos los días, que dos horas un día y después no volváis a hacerlo.
Además, intenta que los cambios sean progresivos. Si vas a volver al trabajo durante 8 horas diarias, intenta ir saliendo de casa durante un buen rato cada día y mantener unos horarios más o menos parecidos durante los días previos.
¡Comienza septiembre con buen pie!