Ayer leía con asombro la columna escrita por Javier Marías, Perrolatría. Ante toda esa palabrería solo tengo tres cosas que decir: Soy perrolatra, soy gatolatra y estoy orgullosa de ello.

Por eso me uno a la campaña de Melisa Tuya.

No creo que sea una moda, no creo que sea algo importado. Todo el que adopta o compra un perro por moda no es en realidad un Perrolatra. Puede que llegue a serlo después de un tiempo, cuando comience a entender a su perro y, con él, a todos los demás, cuando lo considere uno más de su familia.

El amor por nuestros peludos, ese que nos hace querer luchar para poder viajar con ellos, ppara poder hacer nuestra vida con ellos llevándolos a restaurantes u hoteles, no viene de una moda; son ellos los que nos lo enseñan.

Nos enseñan su fidelidad, su forma de tratarnos como un miembro más de su familia y nos enseñan, por encima de todo, a ser mejores personas.

Por ello, sin duda #SoyPerrólatra y #SoyGatólatra.

¿Os animaís a demostrar que vosotros también lo sois en las redes? ¡Animaros a usar los hashtag!

por Celia

3 comentario en “Yo también soy Perrólatra”
  1. Varias cosas tendría yo que decirle a este «señor», una pena que no permita comentarios. Entre ellas que cuando las personas dejen de agredir a otras sin ningún motivo podría censurar que un perro lo haga. Cuando las personas dejen de defecar en los espacios públicos, podría censurar que un perro lo haga. Se supone que las personas somos «mas inteligentes» (cada día lo dudo más) que los animales, sin embargo, hemos arrasado sus hábitats naturales, estamos destruyendo el planeta en el que vivimos, matamos a los de nuestra misma especie por motivos tan banales como dinero, religión, política o simple sed de poder, defecamos en sitios públicos aún cuando nuestra «inteligencia superior» ha creado espacios para ello.
    Quiera el universo que este «señor» no pierda la vista y necesite un perro guía, o que padezca de diabetes y necesite que un perro le avise de una baja de insulina. O que un perro adiestrado le localice en caso de pérdida o accidente. Porque ese día tendrá que comerse sus palabras, ojalá sea con pienso de mala calidad.
    Me suscribo lo que dices, puestos a idolatrar cantantes de rock, modelos de moda, políticos corruptos, idolatro, sin lugar a dudas a cualquier animal, porque están libre de la ambición y la crueldad que caracteriza a los seres humanos.

    1. El propio Javier Marías se echa tierra encima en este artículo. Tal y como él dice:

      »No todos están educados, no todos están limpios ni libres de enfermedades, no todos se abstienen de hacer sus necesidades donde les urjan, muchos ladran en cualquier momento por cualquier motivo.»

      Y ese problema no es de los animales, es el problema de dueños irresponsables. Un perro educado, equilibrado y feliz, no va a atacar a nadie ni va a tener problemas de comportamiento.
      Y un verdadero »Perrólatra» no va a dejar los excrementos de su mascota por las calles, ni va a permitir que su perro llegue a tener alguna enfermedad sin tratar.
      Tal vez lo que necesitamos sean mas perrólatras y menos necios en el mundo.

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